domingo, 21 de agosto de 2016

Sonrisas.

Observa las miradas, todas las sonrisas que esconden personas tristes. Piensa en todas las historias que tienes a medias, que se quedaron en el camino, guardadas en el baúl de los "quizás" cogiendo polvo en la estantería de los "ojalá"
Recuerda cada paso que no diste por miedo y las veces que te sigues frenando sin saber ni siquiera porqué.

Yo me callo, y sonrío aunque siga siendo una persona sumamente triste porque aún estoy llena de esperanza, porque sé que rozo con mis dedos los sueños que siempre quise cumplir.
Ya no existe más miedo que volar sin un par de sonrisas cerca. La tuya y la mía, la mia sin ti.

sábado, 6 de agosto de 2016

Más fría, menos seria.

Hace mucho que no te escribo, quizás porque ya he aceptado que no vas a leerme. Hace mucho que no te lloro, quizás porque ya he aprendido que así no vas a volver. Hace mucho que estoy intentando no mostrarme triste por tu ausencia, quizás porque me he dado cuenta del dolor que provoco. Nunca me ha gustado ceder mi peso, enseñar mis heridas, hablar de mis cicatrices aunque cada vez haya más momentos de debilidad.

Hace poco que me he planteado vivir sin que me maten, morir en un segundo y sonreír en el siguiente. Hace poco que me he planteado quererme, motivarme sin necesidad de aplausos y volver a tomar el rumbo que perdí entre labios y cerveza.

De tu marcha no sé si hace poco o mucho tiempo, pero si sé que, desde entonces, no he vuelto a ser la misma.