jueves, 26 de mayo de 2016

Equilibrista de tus dudas y mis miedos.

Si te quiero es porque siento que este fuego no se apaga, que necesito tu cuerpo en las noches que me matan, que he tocado tu piel con tanto miedo entre mis dedos, que no puede ser verdad la valentía que me llevo. Que tus labios son la cárcel donde se muere mi frío, y tu sonrisa es el viento que sacude mis sentidos, que yo tan sólo quería ser tu abrigo en este invierno, el refugio de tus penas cuando sólo ves tormento. Me mirabas con las ganas de quien sólo ve salidas, y te metías tan dentro que tus ganas eran mías, yo le gritaba al tiempo que a tu lado lo invertía, pero me ha contestado que tan sólo lo perdia.
Aposté mi vida entera jugando con tus cartas, doblé el sentimiento cuando tú te retirabas, el fin y el principio lo he dejado en tu cama, le aullo a la Luna que todavia me haces falta, y a ver cómo repongo el vacío que has dejado, a ver cómo camino sin tenerte ya a mi lado, a ver cómo respiro sin tener tu olor cerca, a ver cómo pago la fianza de mi condena.
La culpa fue mía por meterme en tus abismo, la culpa fue tuya por ser como un precipicio, no culpo a la distancia que siempre nos separaba, culpo a mi corazón por perder otra batalla. Que la vida no es justa pero contigo tenía sentido, que cerca de tu boca sólo hablaban los latidos, que el mundo no importaba si tenía tu cuerpo, que muero poco a poco si pienso que no lo tengo.
Te escribi mil versos y ahora pierdo los papeles, porque te regalé poemas pero tú ya no los quieres, y recito en madrugadas todo lo que llevo dentro, lloro cada palabra que te plasmo en el cuaderno. Y porqué gastar palabras con quien no quiere leerlas, y porqué soñar contigo si ya tengo la certeza, de que nunca tuve un hueco en el fondo de tu alma, sólo un balcón con vistas a alguna de tus madrugadas, y porqué seguir sufriendo por ojos que me mentían, y porqué seguir pensando que eras tú quien perseguía, a mis fantasmas y temores pa'matarlos en la esquina, de todas las decepciones que acumulé en su día. Que tal vez me he equivocado al intuir tus miradas, que tal vez nuestra historia sólo era inventada, pero si no era cierto porqué duele este final, porqué te echo tanto de menos si nunca fue real.
Ahora busco las llaves que me lleven a otros cielos, pero no quiero las nubes si no puedo tener tu pelo, que la vida me ha vendido tantos destinos distintos, que sólo en tu estación he enterrado los capítulos. La hoguera del recuerdo no se apaga con la marea, estoy sola en la playa porque no tengo tu arena, la espuma de las olas se llevan tu compañía, demasiado silencio en las costas de mi vida.
Sufro con los cambios que me ha traído el viento, gritando tu nombre sólo contestó el eco, no quiero perdones ni escuchar ningún lo siento, sólo quiero llenar de flores mi desierto. Tocabas con dulzura melodías que calmaban, cicatrices dormían cuando tú me acariciabas, no había pesadillas con tus manos en mi espalda, no había malas rachas si tu sonrisa brillaba.
Ahora no queda nada de todo lo que soñamos, ya no hay nervios en andenes ni paraísos a tu lado, no habrá más billetes de tren en la cartera, ni viajes de horas que desgastan pero llenan.

lunes, 23 de mayo de 2016

Dime.

Dime que las canciones tristes te recuerdan a mi, pero que aún sonríes al recordar lo que vivimos.
Dime que no eres capaz de pensar en otros labios porque todos llevan mi nombre.
Dime que me echas de menos en los días en los que el mundo se te cae encima y el viento está en tu contra.
Dime que te mueres por contarme cómo ha ido tu día y que marcas mi número en tu móvil pero no te atreves a llamar.
Dime que tienes un "te quiero" preparado para soltarlo cuando te pesen demasiado los recuerdos.
Dime que te despiertas y necesitas mis "buenos días" susurrado o escrito.
Dime que te gustaría retroceder el tiempo y pararlo en el momento justo en el que tienes mi sonrisa pegada a la tuya.
Dime que no quieres que me hagan feliz, que para eso ya estás tú.
Dime que no te olvide, que no nos olvides, porque tú no puedes hacerlo.
Dime que todos los trenes te hablan de mi y que las calles no huelen igual desde que no paseamos juntas.

Dime que no he sido una más en tu lista de "si, pero no" Dime que en tu libro de los "casi" yo he sido tu historia favorita. Y dime, por favor, que si te hice feliz pero no pudimos ser y ahora estamos casi rotas.

jueves, 19 de mayo de 2016

Ahora yo.

Me cansé de regar con lágrimas mis jardines marchitos y es que nada puede florecer en la oscuridad y el frío.
Me cansé de buscar la salida en tus caminos, pues los callejones espinosos no llevan a ningún lugar.
Me cansé de dejar mi destino en cuerpos ajenos, en labios que me endulzaban la vida pero siempre me dejaban con sed.
Me cansé de mi deriva, de los escombros, de las caídas, de buscar soluciones a problemas que no existían.

Ahora quiero parar la tormenta, llenar de flores mi tierra, reinventar mi rumbo, decorar mis rincones y limpiar de pasado mis zapatos.
Ahora quiero crearme una sonrisa nueva, menos rota y más real.
Ahora quiero ser todo lo que no fui.
Ahora quiero ser la única dueña de mi piel, de mis pies, de mi vida.

lunes, 16 de mayo de 2016

Luna y humo.

En la madrugada busco la Luna y mi mirada partida entre los charcos. El reflejo me escupe a la cara tras cada pisada, el barro me cubre los zapatos, el frio del pasado me hace temblar.
No hay calle en esta ciudad en la que no te haya pensado, ni esquina en la que no me haya parado deseando encontrarme contigo pero, lo único que pasa mientras mi cigarro se consume, es el tiempo y, con suerte, un niño pequeño que me sonríe y me hace sentir menos rota.
Han sido más horas sin ti que contigo y cada segundo que pasa, aumentan las palabras que quiero decirte pero que ya no vas a escuchar.

Tu ausencia es una carga demasiado pesada para una espalda que aún sangra por cada puñalada recibida.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Por todo lo que hicimos, por todo lo que faltó.

Hicimos el amor de ciudad en ciudad, sonreímos cuando el dolor se hacía insoportable, nos abrazamos como quien no quiere soltarse nunca, convertimos en mágicos momentos normales. Soñábamos con todo lo que vendría, paseábamos con la felicidad de quien lo tiene todo, hablábamos con la ilusión de a quién nunca han roto y creíamos que éramos capaces de superarlo todo.

Nos faltaron besos y bienvenidas en la estación, cervezas en la terraza y canciones para las dos. Nos faltó tiempo para conocernos, valor para afrontar los miedos y ganas para remar en la misma dirección. Nos faltaron conversaciones de lágrimas en los ojos, abriéndose en canal y contándonos todo. Nos faltó una racha de viento que nos orientara, un par de noches más largas, un paseo por la playa, una vida para dos...

domingo, 8 de mayo de 2016

Nunca fue justa la vida, pero contigo parecía tener sentido.

Sólo quería escribirte por última vez y jurarte que cada palabra fue sincera. Demostré con besos y con gestos todo lo que sentía, pero de poco valió desnudarme a tu lado si todo lo que prometías era mentira.
Me faltaron muchos miedos que contarte, aunque sé que siempre los supistes todos con una mirada. Me faltaron horas a tu lado, pero el calendario no daba tregua ni la Renfe buenos horarios. Me salté cientos de paradas hasta llegar a la tuya, pero descarrilé en el primer bache que nos puso el destino. No he tirado la toalla, la he guardado para mi. He entendido que las heridas me las tengo que curar yo sola porque tu ya no quieres hacerte cargo de mis destrozos.
No soy capaz de dar un paso sin pensar en tu sonrisa y me choco contra el suelo cuando recuerdo tus caricias a media luz.

No te preocupes por mi ruina, siempre he vivido en llamas. No te preocupes por mis lágrimas, necesito apagar este incendio. No te preocupes si me alejo, sé que pronto volveré a necesitar de ti, pero no a tus besos.

sábado, 7 de mayo de 2016

Hubo. Tuve. Llevé. Planeé. Esperé. Siento.

Ya no habrá más despedidas en las estaciones, ni arrastrar de maletas por el andén. Ya no tendré besos de madrugada, ni vistas al mar con tu mano en mi cintura. Ya no te llevaré el desayuno a la cama, ni mi mejor sonrisa al bajarme del tren. Ya no planearé veranos contigo, ni paseos por la ciudad que desembocan en lugares mágicos. Ya no esperaré tus buenos días en mi móvil cada mañana, ni que el tiempo corra para acariciar tu piel.

Ya no habrá miradas cómplices, ni abrazos que parten en dos. Ya no tendrás a quien te espere en casa, ni a quien busque cualquier excusa para escuchar tu voz. Ya no me llevarás de la mano por las calles, ni el cigarro de después a la cama. Ya no planearás sorpresas para mi, ni la forma de compartir nuestra vida. Ya no esperaras mis buenas noches en tu móvil cada día, ni que el tiempo se frene para seguir acariciando mi piel.

Me has quitado todo para no quedarte con nada y, a ver como le explico yo a lo que late, que fue buena decisión partir, aunque quería quedarme.

jueves, 5 de mayo de 2016

Abriste la puerta, te dejé marchar.

Cúlpame de nuestro fracaso, di que yo guarde los recuerdos en una maleta y los tiré al mar. Grita que ya no te quiero, que no luché. Miéntete si así piensas que vas a sentirte mejor pero yo quería revivir momentos y crear miles nuevos a tu lado. Llenarte de caricias cuando el Sol se escondiera y besarte la sonrisa cuando la Luna durmiera. Tú querías huir de mis brazos rumbo a otro lugar, yo solo puse el valor que te faltaba para echarte a volar.

No juegues con las heridas que quedan después de los fracasos y, aunque siempre odiaste el calendario, me debes un tiempo de tregua. Estoy en guerra contra el pasado, contra lo que ya no nos pertenece y sólo quiero que todas tus miradas se borren de mi ser.

Eres lluvia en el desierto, ese soplo de aire fresco en verano. Eres la mano que levanta al caído y la boca que calma los miedos, pero todo eso ahora son cenizas que se esfuman y no hay manera de avivar las llamas que una vez calentaron nuestro hogar.

Gracias por recordarme que en la vida siempre se pierde cuando se empieza a ganar y que las cicatrices vuelven a latir cuando suena el vals del desamor.
Si ya lo dijo Serrat: esta vez yo quería quererla querer y ella no.