jueves, 30 de junio de 2016

Sonreír sin ti.

- Hola ¿qué tal estás?

- Hola, bien, ¿y tú? (La verdad es que he vuelto a sonreír aunque ya no estés por aquí. He bebido creyendo que iba a gritar tu nombre por cada calle, pero al final me sumergí en el silencio de unos labios. Me he acordado de ti a cada paso y nos he llorado mucho. Te he maldecido cien veces, a ti y a tu nueva vida. He descubierto un par de canciones que llevan tu nombre y de fondo nuestra historia. Te he escrito mucho, aunque no me hayas leído y, para que mentir, he sonreído al leer tu nombre en mi móvil. Me gustaría creerme que todo esto no importa y que la Luna ya no tiene que consolarme cada noche pero no puedo mentirme. Puedes estar tranquila, ya no duele como antes, ni cada segundo del día lo dedico a tu sonrisa. Ahora te recuerdo a trompicones, un poco como fue lo nuestro, ya sabes, nos nutrimos de una ilusión que se consumía con cada kilómetro. ¿Sabes? Resulta muy triste sonreír sin ti, pero ahora estoy tan ocupada queriéndome que cada vez te pienso menos. Gracias por abrirme los ojos.)

- Yo también bien, me alegro mucho.

- Gracias, y yo por ti. (Aunque no del todo. Ojalá te rompieras de vez en cuando recordando mis besos y que quisieras retroceder para dormir conmigo una vez más. Ojalá me echaras de menos como yo lo hago y que todo esto se acabara por tu puta cobardía. Ojalá volvieras con lágrimas en los ojos, jurándome que vas a echarle el valor que te faltó. Ojalá te resulte tan triste como a mi sonreír sin tenerme cerca.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario