miércoles, 23 de marzo de 2016

De vacíos están los corazones llenos.

Encima de la mesa un cenicero lleno y un cigarro que se consume. Yo mirando a la nada, dándole vueltas a un café que hace tiempo dejó de arder. Como lo nuestro.
Fotos rotas en la papelera y restos de ti por toda la casa. No hay habitación en la que no te haya besado, no hay pared que no fuera testigo de nuestra pasión.

El calendario de la pared esta desnudo, ya no tacho los días. No quiero arrancarle hojas si no vuelvo a tener tus manos en mi cintura.

La radio sigue sonando, 8:30 de la mañana y toca nuestra canción. Quiero salir, correr entre las calles persiguiendo nuestra historia, gritar tu nombre en cada esquina. Quiero que vuelvas y me hagas sonreír.

Quiero que me quites las ojeras, me arranques el pijama y me prometas, después, que no voy a vivir ni un día sin tus labios pegados a los míos.

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